El medio ambiente está siendo severamente amenazado por la gran cantidad de basura que generamos, muchas especies están en alerta por la destrucción de su hábitat; por lo que, el artista y escultor, Artur Bordalo, ha decidido crear esculturas de animales reutilizando los materiales que desechamos, a través del reciclaje y de una inmensa creatividad, las espectaculares esculturas de basura luchan contra la contaminación del planeta.
Crear conciencia con arte
Los modelos sobre dimensionales de animales son una fusión de reciclaje artístico con collage, pintura y grafiti. Han sido expuestas en escenarios urbanos o salas expositoras en países como: Estonia, Portugal y Estados Unidos. Las estatuas incluyen una diversidad de materiales tales como: llantas, cepillos de dientes, latas, piezas de auto, teclados y un sin número de artefactos que desechamos en la basura y que de otra manera contaminarían el hábitat de las figuras representadas.
Las instalaciones en 3D de más de diez metros de altura suelen decorar las fachadas de inmuebles con un arte urbano sorprendente. La serie Big Trash Animals busca integrar en la naturaleza, el plástico y la basura, según su creador. Con estas esculturas la gente común se encuentra caminando por la calle y puede acceder a un arte urbano impresionante pero sobre todo reflexivo.
Transformando la basura en una necesaria expresión
Las esculturas según Bordalo son efímeras puesto que están hechas de basura de la calle que vuelve a la calle como arte pero no deja de ser basura y la diferencia es el pensamiento que transmitió a las personas con su transformación.
Una colorida e impactante advertencia sobre el consumismo, la contaminación y los diversos ataques en contra de la naturaleza por parte de los humanos. La cruel realidad que viven las especies tras los efectos del cambio climático es fuente de inspiración para este artista. Aves gigantes en las calles que ya no migran por que hace calor todo el año, es una denuncia y un llamado a frenar la destrucción del planeta.
De Lisboa y con 29 años, se hace llamar Bordalo Segundo, abandonó la escuela de Bellas Artes y trabaja en su taller sobre maquetas que luego transforma en esculturas a gran escala.