Bryan Charnley fue un artista británico quien se ha convertido en uno de los íconos de la esquizofrenia; su habilidad en el arte, combinada con la fuerte influencia de su enfermedad, se conjuntaron para dejar una representación gráfica que fue describiendo la intrincada mente y vida del artista.
Bryan Charnley, un artista poco valorado
Gemelo nacido en Stockton on Tees, Inglaterra en 1949; creció en Londres y a los 17 años sufrió su primer crisis nerviosa; no obstante que logró iniciar algunos estudios en escuelas de arte, los cuales volvió a interrumpir en 1971 tras una nueva crisis, con la cual fue diagnosticado oficialmente con esquizofrenia aguda.
Durante varios años vivió con sus padres y estuvo bajo diversos tratamientos médicos y periodos prolongados de hospitalización, no obstante para 1978 se mudó a Bedford, manifestándose determinado a comenzar a forjar su carrera como pintor, a pesar de que un sus inicios había estado más interesado por la escultura.
Comenzó realizando pinturas florales, buscando alcanzar algún éxito comercial, no obstante los trabajos artísticos donde comenzó a tomar a la esquizofrenia cómo el tema central, comenzaron a llamar fuertemente la atención.
De algún modo sus obras llegaron al Museo Bethlem de la Mente, del Bethlemn Royal Hospital, quien se mantuvo en contacto y adquiriendo diversas pinturas del artista por varios años. Este mismo museo cuenta también con obras de otros famosos esquizofrénicos como Louis Wain.
La batalla final contra la esquizofrenia
Bryan Charnley llegó a hacer también algunas exhibiciones, aunque nunca llegó a obtener mayor fama; en 1991 se decidió a enfrentar a la esquizofrenia cara a cara, experimentando con los medicamentos que tenían prescritos, buscando eliminar su influencia.
Marjorie Wallace una periodista de TheTelegraph le sugirió realizar un retrato cada día para reflejar los cambios en su percepción, lo cual quedó plasmado en lo que terminó siendo su colección más famosa “Serie de retratos”.
En esta colección de 17 obras se va describiendo el proceso de deterioro de la mentalidad de Charnley, quien finalmente se suicida un día de julio de 1991 teniendo aún en el caballete su última obra.

Última obra

Penúltima obra

Antepenúltima obra, y la última de la que escribió algo, comparándolo con una crucifixión.
Esta serie fue exhibida al año siguiente en la Galería Nacional de Retratos y su obra completa se encuentra recopilada en un sitio web en su honor; en 2009 su hermano gemelo publicó también un documental basado en su serie final.